Que sentirías si te encuentras de repente un trébol de 5 hojas?
Te hace feliz? Es un estado de permanencia o una emoción pasajera?Es solo el momento del encuentro o va más allá de el?
Que es realmente la felicidad? Estas esperando a que te llegue, sales en busca de ella, o esta en ti?
La felicidad, es un tema profundo que ha involucrado en discusiones, libros y prácticas no solo a filósofos, sino también a religiosos y médicos; no aparece como acto de magia, pero si es posible cultivarla, escarbar en nosotros, recuperarla de las varias maneras que existen para hacerlo.
Según un estudio de la Clínica Mayo, en los informes acerca de la felicidad, solo en el 10% de los casos, esta determinada por la personalidad, pero más importante aún, por los pensamientos y conductas que pueden ser cambiadas. Podemos también, hablar de bienestar en el sentido de serenidad, realización y satisfacción.
Así que podemos aprender a ser felices y hacer algo por ello. Que tenemos a la mano, incluyendo el cambio de nuestras actitudes, comportamientos, transformar nuestra mente y nuestras emociones negativas? Aceites Esenciales.
Aparte de sus propiedades terapéuticas a nivel físico, los aceites esenciales presentan propiedades emocionales y energéticas, buscar entre ellas la que corresponda a nuestro estado, nos ayudará a superarlo, porque producen un cambio y permean a un nivel sutil, imperceptible e intangible pero presente. Nos ayudan a re-encontrarnos, re-equilibrandonos y permitiendo infinitas posibilidades de transformación.
Algunos aceites de los muchos que podemos usar y que nos llevan cerca del cielo son los cítricos, con su aroma frutal, de jugo recién exprimido, frescos y dulces, animan y levantan el espíritu, nos toman de la mano, compañeros ideales para nuestro bienestar. La Mandarina entre ellos, se le conoce curiosamente como el aceite de la felicidad.
La Rosa, reina de las flores, habla por si misma, aroma dulce que abraza y nutre, trayendo notas de amor a nuestro corazón.
El Incienso, con su aroma balsamico y radiante, nos permite adentrarnos en nosotros y visitar ese lugar tan cerca, que hemos dejado ir.
Dentro de los consejos de Matthieu Ricard, monje budista, hijo del filósofo Francés Jean François Revel, llamó mi atención lo siguiente:
"Felicidad, si buscamos en el sitio equivocado, estaremos convencidos de que no existe cuando lleguemos allí. Alegría, esta dentro de cada uno de nosotros, solo hay que mirar en nuestro interior, encontrarla y transmitirla."
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